Tiana y el sapo.

 


ERASE UNA VEZ…LA VERDAD DEL CUENTO: Tiana y el sapo.

En la versión que todos conocemos desde hace años y que Disney popularizó en esta época con la película que protagoniza la Princesa Tiana, la Princesa besa al sapo y éste se convierte en un Príncipe encantador y son felices para siempre.

Realmente el beso nunca existió.

La princesa era una niña mimada, orgullosa y violenta.

La versión original de este cuento tiene varias versiones de distintos autores como los hermanos Grimm, E.D Baker… con títulos como “El Príncipe Sapo, El Enrique de Hierro, La princesa y el sapo”.

En algunos de los relatos, la princesa es caprichosa que filosofa acerca del amor en un estanque en el que hay un sapo que croa incesantemente a la luna, es entonces cuando la princesa, cansada del sonido, lanza una joya al estanque y mágicamente el sapo se convierte en príncipe.

Hay otra en la que se cuenta que el sapo sólo se convertirá en príncipe durmiendo una noche entera en la almohada de la princesa.

Pero la más terrible es la versión más antigua, esta nos cuenta sobre una princesa caprichosa que se encuentra con un sapo parlante.

El sapo recupera una bola de oro regalada por su padre que la princesa había dejado caer a un pozo y a cambio le pide que sea su novia y se acostaran juntos.

Pero la princesa después de recuperar la bola se olvida de la promesa.

Sin embargo, la rana se presenta en el castillo y le confiesa al rey la promesa de su hija y el rey le obliga a cumplirla.

Es obligada a comer del mismo plato y a dormir en la misma cama, su repulsión es tal que termina maltratando a la rana golpeándola y lanzándola contra la pared.

En algunas versiones la princesa enfurece al punto de mutilar al pobre anfibio, llegando a golpearlo, quemarlo y decapitarlo.

Al amanecer, el sapo se transforma en príncipe (no hay beso de por medio en la versión original), perdona los malos tratos de la caprichosa princesa y ambos se casan.

Así que básicamente, el pobre príncipe desposa a su agresora.

A. MIRALLES


0 comentarios:

Publicar un comentario