Lo Divino
Ernesto sentía que era el hombre con más mala suerte en el mundo, y tenía razones para creerlo, si había alguien que supiera lo que es perderlo todo...ese era Ernesto...
-Hace mucho que deje de creer en lo divino, en la buena suerte, o en esos absurdos de ser positivo, que las cosas mejoraran, todo eso es mentira, porque si fuera verdad, yo no viviera toda esta desgracia, hace mucho perdí mi trabajo, perdí a mis amigos, perdí a mi esposa y hace poco a mi hija, que apenas tenía 12 anitos de una rara enfermedad.
Ahora solo paso mis días en esta vieja casa solo, ya no salgo nunca, no hablo con nadie, más porque nadie me visita, es como si todo el mundo se hubiera olvidado de mí, vivo deprimido, tal vez demasiado deprimido, he pensado incluso en suicidarme, pero no sé por qué no lo hago…..además, el estar aquí tanto tiempo solo me está empezando a afectar la mente y los sentidos, escucho voces, siento que fantasmas caminan por la casa, si estoy arriba, escucho que alguien abre la puerta, corro a ver y no hay nadie……¿será que me estoy volviendo loco?…..pensaba Ernesto.
-Eso no es lo peor, también veo el fantasma de mi esposa y de mi hija, se aparecen por toda la casa, y me miran fijamente, sin decirme nada, pero donde más las veo es en la puerta de mi habitación, la cual por algún motivo no puedo abrir, y he tenido que quedarme en otras partes de la casa….¿porque diablos no puedo abrir esa puerta?….solo escucho que la ventana está abierta, y cuando hay mucho viento, se escucha un golpe contra la pared, como si el viento estuviera meciendo algo que está adentro y lo golpea contra ella….
Ya no recuerdo el ultimo día que dormí o que comí, es muy raro todo esto, todos esos ruidos me están volviendo loco, y esos susurros, esas voces infernales que escucho por toda la casa, a veces siento como si fueran un grupo de personas que caminan por todas partes, pero no veo a nadie, maldición...a nadie, solo a mi esposa y a mi hija que insisten en que entre a mi habitación….
¿Para qué sigo con vida?
¿Sera mejor acabar con todo esto? …un momento… ¿cuál es mi nombre? ... ¿estoy tan mal que lo he olvidado? …. no…no lo he olvidado…soy Ernesto…bah, qué importancia tiene.
Allí están otra vez esas voces, y esos pasos…ya basta…déjenme en paz…siento que esta vez no me dejaran, subiré y abriré mi habitación, allí están mi esposa y mi hija paradas afuera, el viento esta fuerte, ya estoy aquí, por fin…la puerta se ha abierto…es el momento, acabare con mi vida, ¿pero qué diablos es lo que el viento golpea contra la pared? lo veré enseguida, ……pero...pero…que esto, no puede ser…dijo Ernesto, impresionado por lo que acababa de ver.
Ahora entiendo……todo tiene sentido…estoy en un limbo, esto es lo que mi familia quería que viera…espérenme me voy a reunir con ustedes…se acercan los pasos y las voces que vienen por mi…pero yo estoy desapareciendo, me desvanezco…parece que al final…mi mala suerte fue demasiado para mi…
Fue lo último que dijo Ernesto, mientras su cuerpo se iba desapareciendo, el necesitaba ver lo que había en su habitación, y que tanto le querían mostrar su fallecida esposa e hija, para al fin reunirse con ellas.
Afuera de la casa de Ernesto, había un letrero que decía «Se vende» y diariamente entraban personas interesadas en comprar la casa, que caminaban por todas partes, y susurraban entre ellas, sobre un fantasma que la habitaba y sobre la única puerta de la casa que no habría……la de la habitación de arriba, pero esta vez, estaba abierta, y dentro de ella, verían el cadáver de Ernesto, que ya hace mucho había perdido las esperanzas, con varias semanas putrefacto, ahorcado, colgado del techo y mecerse un poco, si el viento es fuerte.
0 comentarios:
Publicar un comentario